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ISNN - 0300-9041
ISSNe - 2594-2034


Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline
EDITADA POR LA Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia, y Ginecología A.C.
FUNDADA POR LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA EN 1945

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INFORMACIÓN EXCLUSIVA PARA LOS PROFESIONALES DE LA SALUD


Juicio Crítico sobre los Recursos Modernos de la Obstetricia en el Parto Normal

Periodicidad: mensual
Editor: José Niz Ramos
Coeditor: Juan Carlos Barros Delgadillo
Abreviatura: Ginecol Obstet Mex
ISSN: 0300-9041
ISSNe: 2594-2034
Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline.

Juicio Crítico sobre los Recursos Modernos de la Obstetricia en el Parto Normal*

Critical Assessment of the New Resources for Normal Delivery in Obstetric Practice.

Ginecol Obstet Mex | 1 de Junio de 2012

Ginecol Obstet Mex 2012;80(6):435-439


Por los Dres. Juan Alanis Ochoa y Héctor Salinas Benavides. Monterrey, N. L.
 

* Ponencia presentada por la “Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Monterrey”, ante la VI Reunión Nacional de Ginecología y Obstetricia, León, Gto, 9-13 de Octubre de 1956.
Reproducido de Ginecología y Obstetricia de México 1957;XII:129-134.

La obstetricia, desde sus épocas más remotas, ha tratado de resolver los problemas del parto ideando procedimientos tendientes a salvaguardar la vida del feto y de la madre y utilizando medidas higiénicas y métodos terapéuticos durante el embarazo, que constituyen la profilaxia para que el trabajo de parto pueda verificarse en mejores condiciones, evitando así complicaciones y distocias posteriores.

En la evolución histórica de esta rama tan importante de la medicina se observa un progreso en los recursos empleados en mejorar esas condiciones en que debe verificarse el parto. Los descubrimientos de la medicina y de la ciencia en general que han tenido aplicación práctica en Obstetricia, el mejor conocimiento de la Fisiología y la necesidad cada vez mayor de evitar el sufrimiento materno, han modificado la conducta del partero frente a la madre, en términos generales, a medida que va pasando el tiempo esta conducta es más activa poniendo en práctica y sirviéndose el obstetra de todos los medios que facilitan la evolución del parto y evitan o disminuyen el sufrimiento de la madre y cuando sus conocimientos han sido suficientes, apoyado por las ventajas de Centros hospitalarios bien equipados y contando con todos los recursos modernos, ha sido capaz de imitar la naturaleza, provocando las contracciones, dilatando el cuello y efectuando la extracción casi tan bien como espontáneamente sucedería.

Al analizar los medios de que el Obstetra se ha valido para mejorar tal o cual aspecto de la atención del parto, hemos encontrado la imposibilidad de señalar claramente qué recursos deben considerarse como modernos, puesto que no hay en la historia de la Obstetricia un hecho o una fecha suficientemente importante para que sirva de límite preciso; por otra parte, la mayoría de ellos conocidos desde hace más o menos tiempo, han sufrido tales modificaciones en su técnica o indicación que son armas poderosas de la Obstetricia actual. Estas circunstancias nos han obligado a hacer un estudio general agrupando los recursos en los principales capítulos relacionados con el parto para tratar de hacer un breve juicio de cada uno en particular.

 

1o.- Recursos profilácticos: (Consulta Pre-natal y Psicoterapia).

2o.- Recursos empleados contra el sufrimiento materno:

Hipnóticos, Amnésicos, Analgésicos, Anestésicos y Gangliopléxicos.

3o.- Recursos empleados para abreviar el trabajo de parto:

Modificadores de la contracción uterina. Desprendimiento digital de membranas, amniotomía, dilatación manual del cuello, maniobra de Kristeler. Episiotomía, Forceps.

4o.- Parto acelerado y parto inducido.

 

RECURSOS PROFILÁCTICOS

 

La consulta prenatal es el principal recurso profiláctico para la buena marcha del parto. Su importancia es cada vez mayor y el concepto que sobre ella se tiene ha cambiado. Es un campo que está y permanecerá siempre abierto para que cada nuevo avance de la medicina rinda en él el fruto de su aplicación práctica.

Debe iniciarse desde los primeros meses del embarazo y consiste en un estudio clínico completo de la paciente  que se complemente con los exámenes de rutina pre-natal más todos aquellos que el médico juzgue convenientes.

Los datos deben ser cuidadosamente anotados y la historia convenientemente archivada para que en ella se siga llevando el control de la enferma durante el embarazo y, sobre todo, para que se tenga a la mano en el momento de la atención del parto.

Las consultas subsecuentes se repetirán con la frecuencia que el médico crea necesario, pero cuando menos serán cada mes y en el 8o. y 9o. cada 15 y cada 8 días, respectivamente.

Durante ellas el médico se familiarizará con el problema o los problemas principales de cada caso en particular, tratando de encausar en la mejor forma la marcha del embarazo y como consecuencia del futuro parto.

Pensamos que es la base de una buena Obstetricia, que representa la medicina profiláctica del parto. Que en ella el médico debe ser más internista que obstetra. Que debe ser respaldada por un buen Laboratorio. Que el partero no debe reparar en pedir la cooperación de médicos especializados para tratar mejor los problemas agregados de cada caso particular; y que en nuestro medio debe generalizarse más y mejor.

La psicoterapia: Como recurso profiláctico se ha empleado en la embarazada con objeto de obtener partos naturales.

Se conocen dos métodos: El primero utilizado en Rusia por los discípulos de Pawlow, y el segundo en Inglaterra por Grantly Dick Read, uno y otro tienen como base una labor de psicoprofilaxia que consiste en instruir a la paciente sobre el mecanismo del parto y familiarizarla con las condiciones en que se llevará a cabo. Requieren un personal entrenado y disponer de suficiente tiempo para la consulta, motivos que han impedido se generalice en nuestro medio.

Nosotros no tenemos experiencia en estos métodos y nos concretamos a hacer una pequeña labor de psicoterapia tratando de ganar la confianza de la paciente quitándole los temores y dudas que tenga hacia el parto, con objeto de contar con una enferma que pueda cooperar mejor.

 

RECURSOS EMPLEADOS CONTRA EL SUFRIMIENTO MATERNO

Suprimir el dolor durante el parto ha sido desde antaño uno de los problemas más grandes del partero. En el afán de resolverlo se han utilizado infinidad de procedimientos y medicamentos y a pesar de ello podemos asegurar que no está resuelto satisfactoriamente y que todavía seguirán experimentándose nuevas drogas y ensayándose nuevos métodos antes de encontrar el que pueda emplearse en todos los casos desde la aparición de los dolores hasta la expulsión del producto, que facilite la evolución del parto y que no aumente la morbilidad y mortalidad materno-fetal.

A partir del año 1804 el Dr. Petter Miller, ensayaba algunos medios de aminorar el dolor en el parto (eméticos, ejercicios fuertes, semiinanición, flebotomía con extracción de 400 a 800 c.c. de sangre). El día 10 de noviembre de 1847 el Dr. Simpson utilizó como método de anestesia el cloroformo.

Sir Jhon Snow describió y utilizó el método de “Anestesia a la Reina” durante el período de dilatación y expulsión.

En 1888 se usó el gas hilarante.

En 1902 Steinbückel informó que la inyección hipodérmica de la morfina-escopolamina suprimía el dolor en el parto.

En 1907 Gaus reportó 1,000 casos utilizando este método.

En 1913 se generalizó en Alemania el sueño crepuscular.

Posteriormente se usaron el hidrato de cloral, la avertina y los barbitúricos.

Más tarde se usaron la anestesia raquídea continua fraccionada, la caudal continua, la raquídea hiperbárica (bloqueo en silla de montar) el etileno y el ciclopropano.

El demerol apareció en 1944.

El trilene se utilizó por primera vez en el año de 1948.

En 1952 es introducido a la terapéutica el largactil o cloropromacina y revelado como medicamento neuropléxico dotado de posibilidades terapéuticas muy extensas.

La historia nos enseña, que todos estos métodos y medicamentos gozaron de fama y fueron tomados con entusiasmo cuando aparecieron por primera vez y que más tarde la experiencia se encargó de darles el justo valor quedando así, algunos de ellos olvidados ya casi por completo. Siendo tantos los medicamentos y tan variados los métodos empleados resultaría demasiado extenso hacer un juicio crítico de cada uno en especial, por lo que nos concretamos a señalar la conducta general que nos parece más correcta durante el parto.

Para el período prodrómico o en los falsos trabajos de parto empleamos frecuentemente los barbitúricos o los analgésicos en pequeñas dosis, con el único objeto de calmar a la enferma.

Durante el período de dilatación no somos partidarios de sedar intensamente a la enferma con el uso de grandes dosis de barbitúricos, amnésicos, analgésicos o anestésicos; si no que creemos basta la aplicación del demerol solo o combinado con largactil y en dosis que varían con las necesidades de cada caso en particular.

Creemos en las ventajas del demerol sobre otros medicamentos pues es bien sabido que regulariza el trabajo de parto sin modificar grandemente la contracción uterina, facilita la dilatación del cuello, calma la angustia y el dolor a la enferma y no afecta al producto. Somos partidarios de combinarle con el largactil ya que este medicamento refuerza su acción logrando mejores efectos con dosis meno-res, pero, recomendamos sea usado cuidadosamente ya que la respuesta es muy variable de unos pacientes a otros. Los empleamos por lo regular en dosis de 50 /mg de demerol y 12.5 /mg de largactil por vía intramuscular cada vez que sea necesario durante el período de dilatación; dejamos la vía intravenosa solamente para casos especiales que requieren mayor vigilancia. En enfermas muy excitadas o muy sensibles agregamos el trilene al final del período de dilatación o bien aplicamos la raquianestesia o la anestesia caudal para completar este período y terminar el parto.

En el período de expulsión usamos la anestesia que convenga en cada caso. En general, en pacientes multíparas o primigestas con parto expontáneo empleamos el trilene o la anestesia general con ciclopropano y oxígeno, mezcla a la que se le agrega en algunos casos el óxido nitroso. En multíparas o primigestas con sufrimiento fetal y aplicación de fórceps preferimos la silla de montar. En partos de nalgas y en aquéllos que tenemos que completar la dilatación también preferimos la raqui-anestesia.

Creemos que antes de usar cualquier medicamento debemos pensar primero que evitar el sufrimiento materno está no poner en riesgo la vida del feto o de la madre.

 

RECURSOS EMPLEADOS PARA ABREVIAR EL TRABAJO DE PARTO

 

Modificaciones de la contracción uterina

Considerando que la contracción uterina es la fuerza principal en la evolución del parto, se comprende el interés tan grande de poder contar con recursos que permitan manejarla a voluntad. Los medicamentos que con este fin se han utilizado, se pueden dividir en sedantes y ocitócicos que bien empleados prestan servicios de valor incalculable al obstetra. Los estudios recientes hechos por el Prof. R. Caldeyro - Bacia, Prof. H. Alvarez y Dr. J. J. Poseiro sobre la fisiología del músculo uterino, han arrojado nueva luz y han servido para que el partero tenga un mejor control sobre esa fuerza insustituible y enormemente importante para el progreso del parto. De los sedantes, el demerol y la gevelina son empleados comúnmente. Tienen su aplicación durante el primer y segundo período y en los casos de hipertomia y tetanización del útero.

De los ocitócicos utilizados para abreviar el parto, la pituitrina o el pitosín en dosis fraccionadas de 0.2 c.c. por vía intramuscular o en solución glucosada al 5% por vía intravenosa prestan gran utilidad cuidadosamente empleados en el período de dilatación o de expulsión.

Otros ocitócicos como la calgluquina, la compositriona o la ergotocoderina pueden emplearse en trabajos de parto insidioso.

 

El desprendimiento digital de membranas

Es un recurso empleado para desencadenar o acelerar el trabajo de parto. Para ellos es necesario que el cuello permita la introducción de uno o dos dedos que serán los encargados de separar las membranas del segmento inferior en una extensión tan amplia como sea posible. Lo consideramos de gran valor como complemento para provocar o acelerar el parto y lo practicamos antes de la amniotomía.

Para leer la información completa, por favor descargue el archivo PDF.


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